MENSAJE DEL BANCO PÚBLICO

Para mí, el banco público, antes de ser un lugar de descanso, es un lugar de encuentro, donde nos reunimos para charlar. Algunas personas se quedan allí para observar lo que está pasando alrededor, el banco es para algunos un lugar de reflexión, pero el banco era sobre todo para mí el lugar de largas discusiones. También creo que además de ser un lugar de expresión oral, el banco es un medio de expresión escrita, donde a menudo encontramos palabras, dibujos, números de teléfonos grabados. Es lo que me interesa en el banco público. Durante la pandemia, como todos los demás espacios públicos, el blanco quedó desierto. Por lo tanto, las largas discusiones o reflexiones que allí se celebraron también han desaparecido. Para este trabajo, quería hacer un guiño a todos estos mensajes grabados en los bancos públicos escribiendo mi número de teléfono en el banco. Mi número de teléfono no es el único rastro en el banco, sólo si alguien llama al número y se encuentra con mi buzón de voz, oirá el poema silencio de Octavio Paz. Es un poema que se había leído muchas veces en España en homenaje a las víctimas del covid, pero más allá de este homenaje a las víctimas, me parece que el poema expresa muy bien estas discusiones y reflexiones desaparecieron de los espacios públicos en tiempos de pandemia.

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se
adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

Silencio, Octavio Paz