UN VIAJE IDEAL

Mi visión de la gestión sobre el transporte público durante la pandemia, es bastante negativa.

En todos los lugares, ya sean tiendas, gimnasios, restaurantes… hay limitación de aforo; en cambio, en el transporte público, que es una necesidad, y, por tanto, hay más personas que necesitan acceder a ello, no se ha tenido en cuenta lo más importante: la distancia social.

Coger el transporte público se ha convertido en un deporte de riesgo: no sabes como de concurrido estará, si tendrás al lado alguien que está contagiadx pero no respeta su cuarentena, si tendrás en frente alguien que asistió anoche a una fiesta con 50 personas… Es irónico como no puedes quedar con algunos amigos, pero si puedes compartir un espacio cerrado con otras personas que desconoces totalmente.

Personalmente, he vivido estas situaciones con mucha ansiedad, miedo y estrés. Al haber restricciones perimetrales en la Comunidad Valenciana y yo ser de Catalunya, mi familia no podía venirme a buscar en coche. La única solución era coger el tren. Me parecía muy injusto que mi familia, núcleo de convivencia, no pudiese ir a por mí, pero que yo tenga que coger con otras cientas de personas más el mismo vehículo. Encontrar el tren, el metro, el tranvía o el autobús poco transitado llega a ser sinónimo de una alineación de los planetas.

Por ello, mi propuesta consta de dos fotografías del metro totalmente vacío, siendo yo la única viajera; calmando esa ansiedad social potenciada por la pandemia.